MÁLAGA Y COSTA DEL SOL EN UNA ESCAPADA

“Málaga, un viaje inesperado lleno de historia y sabor”

En ocasiones, los viajes se presentan sin previo aviso, aunque debo decir que no creo en coincidencias, sino en que todo ocurre por una razón! Eso fue exactamente lo que pasó con el viaje a Málaga. Mi amiga Montse me contó un día que se iba en junio a conocer la zona, principalmente para vivir la experiencia del Caminito del Rey. La idea me capturó al instante; hacía mucho tiempo que tenía ganas de explorar Málaga y descubrir aquella zona del sur de España, un lugar que todavía no conocía.

Lo mejor de todo es que este viaje estaba completamente organizado por la Escuela de Adultos de Sant Adrià del Besòs en Barcelona, CFA Sant Adrià de Besòs. Era un viaje en grupo, lo que significaba que todo, desde la logística hasta las actividades, ya estaba planeado. ¡Una oportunidad perfecta para descubrir una región nueva sin preocupaciones!

¡El viaje prometía historia, gastronomía y paisajes de ensueño!

El viaje comenzó temprano, con la salida en AVE desde Barcelona, haciendo paradas en Zaragoza, Madrid y Córdoba antes de llegar a la soleada Málaga. Llegamos después de más de 5 horas de viaje, el bus ya nos esperaba y rápidamente nos trasladamos a nuestro alojamiento, el Gran Hotel Costa del Sol, un lugar perfecto para descansar y prepararnos para las jornadas siguientes.

“Historia, arte y sabores de Málaga”

El martes lo dedicamos a sumergirnos en la historia y la cultura malagueña. Con una guía experta, iniciamos nuestro recorrido en la icónica Calle Larios, la arteria principal de la ciudad, a pocos metros de nuestro punto de encuentro, la Estatua del Marqués de Larios.

Nos adentramos en el Barrio de la Victoria, donde conocimos la devoción por la Virgen de la Victoria, considerada la "novia de Málaga" y figura central de la Semana Santa. Es curioso saber sobre las Cofradías, auténticos clubes sociales y religiosos, donde las familias se involucran de por vida. Nos explicaron la importancia de los dos tronos, uno de plata para la Virgen y otro de madera para el Cristo, y cómo las imágenes se trasladan de las iglesias para las procesiones, algunas con actos de penitencia.

Continuamos con la visita a la antigua Malaca, donde exploramos el Teatro Romano y la imponente Alcazaba, vestigios del glorioso pasado de la ciudad. Nos explicaron sobre curiosidades de la época romana, como la preciada salsa garum de pescado, macerada durante el calor y muy valorada. También nos contaron cómo el color de la vestimenta indicaba el estatus social: el púrpura, signo de poder, y el blanco, asociado a los ricos y romanos, mientras que los amarillos eran para los más humildes.

Visitamos la Parroquia de Santiago Apóstol, un lugar significativo por ser donde fue bautizado Pablo Picasso y la casa donde vivió su infancia.

Al terminar la visita, un tanto agotados por el tremendo calor nos recomendaron La antigua Casa de Guardia, una vinoteca tradicional en el paseo marítimo, que resultó ser un acierto total. Allí nos refrescamos con el típico vermut de la casa y la rica cerveza Victoria, acompañados de unos mejillones y pinchos de aceitunas. Es un lugar peculiar que ha sabido mantener su esencia, ¡totalmente recomendable!

A continuación, paseamos hasta llegar al Mercado Central de Atarazanas. Este antiguo astillero nazarí, transformado en mercado, es una explosión de colores, aromas y sabores de variedad de productos frescos, entre los diferentes puestos, no pudimos evitar fijarnos en las pasas, tan típicas de la zona. Las pasas de Málaga, especialmente las de la variedad Moscatel, son un producto emblemático de la provincia, reconocidas por su dulzura intensa y su textura jugosa. Se elaboran de forma artesanal, secándose al sol en paseros, lo que les confiere un sabor único y concentrado, ideal para postres, ensaladas o simplemente como un snack energético.

Y, justo al salir del mercado disfrutamos de un par de tapas deliciosas en Azahar Tapas. Probamos un exquisito tomate con Melba y un “pescaíto frito” que, por cierto, ahora entiendo la merecida fama que tienen las frituras en esta zona. Recuerdo un sabor intenso y una textura crujiente deliciosa que contrastaba con la jugosidad de su interior. ¡Chapeau!

Y por la tarde vistamos La Catedral de Málaga, oficialmente conocida como la Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación de Málaga, está considerada una de las joyas renacentistas más valiosas de Andalucía. Se construyó la primera mitad del siglo XVI, por encargo de los Reyes Católicos, y las obras se prolongaron durante varios siglos, finalizando en 1782. Este largo periodo de construcción hace que tenga una mezcla de estilos, con influencias góticas en sus trazas originales, un marcado carácter renacentista y detalles barrocos en su fachada principal. Por sus características arquitectónicas se compone de planta, bóvedas, torre norte y torre sur. Y de su interior destaca la Sillería del Coro, varias capillas y obras de arte valiosas. En definitiva, la Catedral de Málaga es un testimonio de la historia, el arte y la fe, que impresiona tanto por su monumentalidad como por su particular historia.

“Aventura en el Caminito del Rey y Cena de Espeto”

El miércoles fue un día de madrugón, pero la recompensa superó con creces el esfuerzo. Nos dirigimos al Caminito del Rey, una experiencia que, sin lugar a dudas, superó todas mis expectativas. Los paisajes eran simplemente preciosos, y la emoción de recorrer sus pasarelas colgadas de la roca fue absolutamente inolvidable.

Para situarnos, el Caminito del Rey se encuentra en el impresionante Paraje Natural Desfiladero de los Gaitanes, dentro de la provincia de Málaga, a menos de 60 km de la capital. Esta área está estratégicamente delimitada al norte por la Serranía de Ronda y los Llanos de Antequera, y al sur por el valle del Guadalhorce y la comarca histórica de Campo de Cámara. La geografía del lugar es sencillamente espectacular.

“Caminito del Rey y cena de espetos”

Al llegar, el guía ya nos esperaba para explicarnos detalladamente el funcionamiento de la ruta y entregarnos los cascos de seguridad, un elemento esencial para la aventura. Durante todo el recorrido, nos acompañó, enriqueciendo la experiencia con fascinantes explicaciones sobre la historia del lugar.

La historia del Caminito del Rey es tan fascinante como la ruta en sí. Originalmente, se construyó entre 1901 y 1905 con un propósito muy práctico: facilitar el paso de los operarios de la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro y el transporte de materiales para la construcción de dos centrales hidroeléctricas, una en el Salto del Gaitanejo y otra en el Salto del Chorro. Lo que empezó como un sendero funcional se convirtió en un hito cuando el rey Alfonso XIII lo cruzó en 1921 para inaugurar la presa del Conde del Guadalhorce, dándole así su nombre actual, "El Caminito del Rey". Con el tiempo, y tras décadas de abandono que lo convirtieron en uno de los senderos más peligrosos del mundo, se llevó a cabo una impresionante rehabilitación. El nuevo Caminito, inaugurado en 2015, es una obra maestra de ingeniería que permite disfrutar de la belleza del desfiladero con total seguridad, manteniendo el espíritu aventurero del camino original. Las pasarelas actuales, construidas sobre las antiguas, son un testimonio de cómo se puede conservar la historia y, al mismo tiempo, hacerla accesible y segura para todos.

Hicimos un recorrido de unso 3 kilómetros de largo sobre unas pasarelas de apenas 1 metro de ancho, adosadas a las paredes verticales del Desfiladero de los Gaitanes, a una altura media de 100 metros sobre el río. Una de las zonas más icónicas es la pasarela voladiza dentro del Desfiladero de los Gaitanes, visible desde la vía férrea. Un pequeño puente une esta pasarela a través de ambas paredes del desfiladero, desde donde el sendero continúa por la roca vertical hasta la línea férrea de Córdoba a Málaga.

Ya de vuelta al hotel, por la tarde, aprovechamos para relajarnos en la piscina del hotel, un merecido descanso después de la caminata. La cena fue un verdadero festín malagueño en el Merendero del Papao de la Cala de Mijas, muy cerca de nuestro hotel. Disfrutamos de los auténticos espetos de sardinas, de gambones, boquerones en vinagre y unas deliciosas berenjenas con miel de caña. Es un magnífico chiringuito, trato del personal muy amable y de precios normales, muy recomendable!!

“Sabores serranos en la histórica Ronda”

Durante la ruta hacia Ronda en autocar, nuestro guia Pablo que nos explico:

Sobre los principales motores agrícolas de la región: el aguacate, las aceitunas y, en el pasado, la caña de azúcar. Málaga es el mayor exportador de aguacates a Europa. Nos sorprendió saber que un aguacate no madura si no se saca del árbol, y que un solo aguacate necesita 70 litros de agua en el árbol, y el árbol unos 280 litros diarios, lo que explica su precio. Los aguacates se recogen entre abril y mayo, y un árbol tarda de 3 a 5 años en dar fruto, pudiendo vivir entre 30 y 100 años.

También conocimos la importancia de las viñas de moscatel, con las que se elaboran los deliciosos vinos dulces de la zona. Y un dato curioso: ¡Torrox es conocido como el pueblo más cálido de España! También descubrimos que el color verde en la cultura árabe representa la pureza, y el azul simboliza la paz, la tranquilidad y la espiritualidad.

Hacía un calor tremendo pero a pesar de ello nos esperaba una guía, exploramos la ciudad paseando por las calles buscando la sombra. Admiramos su famoso Puente Nuevo que impresiona ver cómo se alza uniendo las dos partes de la ciudad, salvando el vertiginoso desfiladero del río Guadalevín. Es una maravilla de la ingeniería del siglo XVIII. Las vistas desde allí son espectaculares, y aunque el sol apretaba, valía la pena contemplar ese paisaje tan singular. También pasamos por la plaza de toros, muy famosa en Ronda, una de las más antiguas de España. Su arquitectura neoclásica y su historia ligada a la Real Maestranza de Caballería la hacen un lugar realmente único.

Y finalizada la visita guiada fuimos a comer al restuarante La Piconera (@lapiconeraronda) que fue una experiencia culinaria inolvidable. Degustamos un tomate rosa con melba y aceite de trufa, oreja de cerdo ibérico con patatas revolconas, croquetas de bacalao, ropa vieja, queso payoyo, chicharrones y flor de alcachofa con jamón ibérico. No faltaron la ensaladilla rusa y los boquerones con salmorejo, todo acompañado de pan de cúrcuma y un refrescante tinto de verano "afrodisíaco". Para el postre, una deliciosa torrija con helado de vainilla y crema inglesa. Y al salir sólo buscábamos un sitio fresquito donde resguardarnos.

De regreso al hotel, aprovechamos nuevamente la piscina con vistas al mar, antes de disfrutar de la cena en el propio hotel.

“Encanto de Frigiliana y Misterios de Nerja”

Nuestro último día de viaje nos llevó a explorar dos destinos llenos de encanto, pero Frigiliana me robó mi corazón por completo. ¡Me encantó! Es conocida como la "ciudad de la concordia", un apodo que evoca su fascinante historia de coexistencia pacífica entre musulmanes, cristianos y judíos.

Frigiliana es, sin duda, una ciudad de cuento. Sus casas de un blanco inmaculado, sus calles empedradas y sus rincones meticulosamente cuidados transmiten una atmósfera de paz, tranquilidad y buenas energías. Pasear por sus laberínticos callejones es como sumergirse en un oasis de serenidad. También descubrimos que allí estaba la única fábrica de jugo de caña de azúcar de Europa. Este producto, tan típico de Frigiliana, es una delicia que tradicionalmente se disfruta con unas sabrosas berenjenas fritas, creando una combinación de sabores inolvidable.

Continuamos hacia las Cuevas de Nerja, donde realizamos una fascinante visita virtual antes de adentrarnos en sus impresionantes formaciones geológicas. El almuerzo lo disfrutamos en Nerja, en la Pizzeria Portofino, estratégicamente ubicada a pocos metros del Boquete de Calahonda y del icónico Balcón de Europa, ofreciéndonos unas vistas espectaculares.

Al atardecer, regresamos al hotel para nuestra última cena en la Costa del Sol.

"Un adiós con gratitud”

El sábado por la mañana nos despedimos de Málaga. El regreso en AVE fue rápido y sin contratiempos, y a media tarde ya estábamos de vuelta en Barcelona, donde me despedí del grupo. Me sentía feliz y contenta de haber vivido este viaje.

Quiero felicitar y agradecer a los profesores organizadores de esta aventura: Marta, Josep y Pedro. Su dedicación y constante atención hicieron que nos sintiéramos cuidados en todo momento y que la experiencia transcurriera sin el menor contratiempo.

También deseo agradecer a todo el grupo por la excelente compañía que hizo cada día más agradable. Y de manera muy especial, a Montse, por su presencia y sus risas. Sin ella, el viaje simplemente no habría sido lo mismo.

Este viaje fue, sin duda, una experiencia bonita i enriquecedora, llena de descubrimientos, sabores y momentos inolvidables. Málaga me cautivó con su historia, la calidez de su gente y su belleza.

💛 ¡Gracias Costa del Sol! 💛

Nuria Martrat